Homenaje a las ONGs

Entre los miserables yo me hayo

con balizas de asfalto reluciente

quemándome los pies cual fatal rayo

y sin mirar a esa buena gente

que lucha diariamente sin desmayo,

por una causa justa y consecuente.



Son héroes que pasando de soslayo

sin agradecimiento y humildemente,

haciendo su trabajo sin ensayo,

ayudando a los parias del presente.



Son fuertes idealistas sin más fallo

jugándose la vida cabalmente

en pueblos que la guerra es un ensayo.



Los poderosos matan lentamente,

hacen de la miseria un buen lacayo,

despreciando a su pueblo crudamente.

y pierden el honor cual mal vasallo.



Por eso mi homenaje cabalmente,

por dar su corazón sin más desmayo

y mi sincero apoyo fuertemente,

a ONGs que actúan como buen pararrayo

en conflictos del mundo justamente.

La voz de la Sinrazón (Contra los atentados en la India)

Hoy vuelven a hablar las Armas
llenas de dolor y amargas
hoy campea el desconsuelo,
otra vez gana la parca.
Hasta cuando esta locura
de por el yo y mi palabra;
porque se llenan los campos
rojos de sangrante rabia
¡dioses! parad la locura
de odios, balas y metralla.
Dejad que la razón triunfe
paliar el dolor del alma
de esos malvados hijos,
y cicatrice su llaga.
Otra vez vuelvo a morir
al ver mi casa descalza
de sentimientos humanos
y llenas de palabras vanas.
Cuando cejará la ira
y que triunfe la palabra.
Despojad la mala hierba
de los campos del mañana
para que los ríos fluyan
de paz y buena esperanza.
Este es un canto que alzo
a todo el Mundo y sus Razas.

Parte de Guerra

Derrotado y disuelto el ejército
de los verdes, las tropas del terror
tomamos las últimas posiciones
del enemigo, aunque quedan focos
de resistencia, nuestras tropas luchan
matando a los últimos combatientes
avanzamos, quemamos toda vida.
Hoy las hordas aliadas de la tierra
están siendo diezmadas por las fuerzas
del progreso y el nuevo orden mundial
aunque los combatientes mas férreos
no cejan en su lucha, nuestros hombres
persiguen y aniquilan bosques, plantas
y a traidores humanos que se aliaron
con su zarrapastroso y loco empeño
de estar a favor de la Naturaleza
para que conste firmo rubricando
este parte de guerra.
GENERAL RESPONSABLE DE LA MUERTE

Suspiros de Plata (Romance)

Hoy canto la canción del olvido
que se difumina en el deseo,
acunándose entre los suspiros
de esas noches, en las que Morfeo,
se deja corromper por Dioniso.
Una guitarra suena a lo lejos…
yo estoy borracho de amor y vino
y ahogando mis penas pienso
que tuve una vida contigo
y como desperdicié el tiempo.
Ahora estoy en esta taberna,
me maldigo, lloro por tu cuerpo…
y mirando la jarra de vino
añoro tu imagen y tus besos.
Pero ese gran amor se terminó,
solo me queda de ti el recuerdo.
En cada farola de la calle
veo tu cara y tu lindo pelo.
Tirándome al suelo desquiciado,
me desangro y me muero de celos.
Me pierdo en esta ciudad sin alma,
pidiendo que me aniquile el cielo.

Horas Cansadas

Fuera el tiempo se quedó atrás,
los relojes marcan horas cansadas.
Años, que nacieron en palmas de farolas,
se amontonan en el suspiro del pasado.
El sendero se hace cada vez mas largo
llenándose de zarzas y encuentros de poca luz.
Las mañanas se suman a los árboles viejos,
como la nieve derretida en mí.
Lento y largo camino el del poeta,
trovador de sueños y palabras al viento,
mendigo de ilusiones y de libros viejos.
Siempre caminando en nubes agridulces
que se deshacen, en cada amanecer, como los sueños.
Ningún tiempo pasado fue mejor,
pero este futuro es incierto,
y el coraje de la juventud
se cae lentamente de mí cuerpo...

Volvemos

Nos vamos marchando,
como el agua del río.
Nos marchitamos,
cómo la hoja en otoño.
Pero a cada paso volvemos.
Volvemos y en tierra nos quedamos

¡Que desgracia tan grande!
La princesa se quedó dormida y no existe en todo el Reino un príncipe para darla un beso que la despierte.
Monte Marina se quedó muy triste; los frondosos y verdes bosques, lloraban resina por sus troncos desconsoladamente por la durmiente. Las hadas derramaron gotas de diamantes. Los azules lagos gemían balanceando sus aguas, acunando su dolor. Los Regentes (que no reyes) se hallaban desolados. Los dignatarios les pedían que, inmediatamente, buscaran una nueva princesa, pues el Reino no podía sobrevivir sin ella gobernando el Principado. Pero estos no encontraban la idoneidad de ninguna de las candidatas.
El Reino fue creciendo, vinieron muchos habitantes nuevos buscando la prosperidad de sus tierras, pero se había vuelto un lugar triste; la gente no se comunicaba entre ellos. No faltaron posibles candidatas al puesto de Princesa, pero los Regentes seguían esperando el milagro de que su amada niña regresara algún día y ocupara nuevamente su trono.
Pasaron los días…las estaciones….los años. En Otoño caían las hojas de los árboles….en Invierno se enfrentaban desnudos a la lluvia y al gélido viento. Luego, al llegar la Primavera, lucían diminutos y brillantes botones del color de las esmeraldas. Más avanzada la estación comenzaban a dar hojas grandes y vistosas para dar sombra fresca al caminante. Las aguas azules como el cielo en una mañana de verano, se entibió para luego enfriarse con las nuevas estaciones. Las hadas cantaban en corros tratando de alegrar a los mortales. Pero los Regentes se hacían viejos y no encontraban consuelo para la pena y el dolor de su niña dormida. Entonces, el país de Monte Marina, se fue envolviendo en brumas y se diluyó del resto del mundo. La fronda de sus bosques se hizo maraña intransitable por la que ningún caminante se atrevía a cruzar. Los Regentes murieron después de una larga vida y el Reino fue, poco a poco, consumiéndose, porque la Princesa de Monte Marina se durmió una tarde y no hubo un Príncipe Azul que la diera un beso que la despertase.

Ojala que la Tierra me convierta en arbol

Tal vez hoy me acaricie el viento,
o quizás pase la luna por mi ventana,
o las cenizas de mis ancestros me guíen.
Tal vez quiera la Tierra dejar que me convierta en árbol
porque las plantas de los pies me queman.
Siempre caminé como polvo por el desierto
buscando la luz que me calmara esta sed
que arrastro a cada paso.
Ni la sangre del río me aplaca.
Hoy tampoco me hablan las montañas,
será que se cansaron de hacerlo
y su silencio duele más que su furia.
Tal vez mañana sea otro día, o quizás no.
¿Que fue de aquellos lugares donde
se aprendía a vivir?
¿Que pasó con los valles que evoco?
¡Hoy no los conozco!
Quedaron perdidos en su pasado.
¡Que dolor me sube por la garganta!
Ni el pan del recuerdo me calma,
hoy estoy perdido en el último rincón del tiempo.
¡Ojala la Tierra deje que me convierta en árbol!

Que poco nos llevamos

Que poco nos llevamos
todo lo que dejamos en esta tierra que nos acoge.
Desde el mismo rincón de la vida,
sembramos caminos de azucenas;
lanzamos palabras para que las esparza el viento
allí donde moramos, montamos campamentos de
helechos verdes, acunamos ilusiones a cada paso.
Nos volvemos hacedores de sueños. En cada tormenta de barro
sentimos la vibración del universo bajo nuestros pies,
y hacemos caminos donde la piedra se convierte en sal
de tanto trillar la palabra.
Nacemos, morimos, pero la energía de las estrellas sigue su rumbo.
Nuestra sustancia impregna cada amanecer
y las auroras boreales colorean las mañanas,
las puestas de sol caen anunciando el paso de un ciclo
y se despiden de la luz para dar paso al crepúsculo.
Y así vagamos y a cada paso llenamos las alforjas de agua
que vamos soltando en senderos de turbios recuerdos.
¡Que poco nos llevamos cuando la luz se apaga!

Madrugas de ausencias

Se llenaron de ausencia
mis madrugadas.
Mis manos se cruzan y tropiezan entre ellas,
dibujando vacíos…..
Te prometí desgastar contigo
todos mis besos,
pero me quedó néctar en los labios
y no sé cómo entregarlo.
Te abrí la llave de la libertad,
y te crecieron alas…
tu nobleza es tal, que seguro volveremos
a encontrarnos.
Espero reconocerte...
Que seas la rama del árbol
y yo el ave que hace su nido
al amparo de su ramaje.
Fue tan corto el encuentro,
me quedó tanto por darte…
De ausencia se me llenaron las madrugadas.


Katyuska
18-11-1995/1-08-2008

SILENCIO


Siguió el viento
La noche se vistió de rojo
La luna se retiro en el horizonte

Solo se escucho
El llanto de la tierra

Desfilaron
Imágenes de rojo púrpura

El fuego quemo
La savia de la tierra
Despertando
Los demonios del hombre

Figuras fantasmales
Danzaron
La danza macabra de la muerte

Como demonios posesos
Recorrieron la tierra en busca de sangre
Mordiendo con sus fauces
La calma del universo

Sembraron las montañas
Del gris plomizo de la ignorancia
Ni los dioses se apiadaron
De ti madre GAIA

Romance de un Rey

Donde el mar lanza las olas
sobre los acantilados
allí se elevan las brumas
y reposan grandes magos.

Ávalon abre los velos
donde las Diosas del lago
se mecen en su leyenda
de otros tiempos pasados
dejando pasar la historia.

Cuentan que allí iniciaron
a Arturo de Camelot
un reino por él fundado.

Y que en la Tabla Redonda
se hablaba con desenfado
con los fieles caballeros
junto con el rey al mando

El valiente Lanzarote,
un caballero gallardo,
se enamoró de Ginebra
la esposa del soberano.

A sus espaldas se amaron:
Por los dos fue traicionado.

Arturo, abatido y viejo,
atacó como un cruzado
a Mordret su ingrato hijo.

Contra él fue guerreando
y luchando frente a frente
batiéndose espada en mano.
Cayeron los dos heridos
y en la muerte se abrazaron.

Esta es la historia de Arturo
que fue Rey y buen vasallo
de Camelot de Britania.
Por todos es recordado.

El sueño

Día a día, camino a camino,
el silencio calma.
Una estrella pérdida en la senda,
un sol cambiado de sitio,
una luz que apagó su furia.
Un alma que murió en un cuerpo,
un cuerpo que perdió su alma.
Hombres que se ahogaron en desiertos de barro
donde se bañan las vidas.
Vidas que murieron sin gloria.
Un gorrión que expiró su canto
en un árbol fantasma de un bosque
petrificado por la historia.
Esa misma historia que extravió un libro
donde volaba un corazón partido,
enseñando un trozo de recuerdo.
Donde se leía, hoy caí en la oscuridad
de una madrugada que no supo
encontrar una razón para continuar,
lanzando diamantes sobre el mar.
Después me desperté Llorando.

Siempre caminé hacia los prados
donde miles de flores nacen cada mañana,
las amapolas, se balancean al pasar el viento
haciendo mareas de fuego como corazones ardientes
ávidos de amor.
Su color más allá del volcán de mis ojos
se mezclan con el canto de gorrión
y de los trigos verdes, donde se esconden
murmullos de deseo de juventud.
Cada amanecer es diferente en los campos de
la tierra castellana.
Donde tropeles de hombres y mujeres
se preparan para arrancar a la tierra su agua de vida.
Los árboles viejos descansan sobre sus cimientos milenarios
abarcando con sus ramas el cielo de soles del mediodía
que queman con saña.
Pero nada se para.
Hoy el día es largo y la recogida de la simiente apremia,

Monstruosos asoman los fantasmas que trae el sueño,
cuando la mente enfebrecida, en el albor de la mañana,
despierta al cuerpo vestido de cielo,
cubriéndolo con traje de húmedo brillo,
y se yergue delirante, abandonando el refugio
del tálamo que lo resguarda.
Viendo en el espejo
el reflejo de una cara incierta,
que no siendo ni hombre ni mujer,
muestra una faz atormentada y
sonríe desde el otro lado,
preguntando sardónico
¿no me reconoces?
Este eres tú….

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Renacer

Haiku

Obsidiana

Buscaré la piedra que arrancó la mano
de tanto estirar la memoria,
la golpearé con cantos de cristales
hasta cortarme los dedos del tiempo
y que mi mente sangre,
así llegaré al fondo de mi espíritu
refugiándome en el olvido.
Buscaré manantiales de obsidiana
entre las rocas, allí donde pace,
entonces podré decir viví,
pero hoy la tierra me cubre,
arrancándome el agua que llevo dentro,
dejando seco el río donde los chopos se bañan.
Y mi fuente dejo de manar, se vació el corazón
llamando a las sombras del Apocalipsis.

AVENTURA HILARANTE

A fuego lento Soneto



Me quemo lentamente con tu amor,
como mi amor se quema a fuego lento,
pues después de adorarte con tormento
mi cuerpo queda inerme en su dolor.

Odiando nuestro lecho abrasador
(fiel testigo de nuestro abatimiento)
comprobamos que un fiero desaliento
consume este cariño agobiador

Te amé como la rosa ama a la tierra
sangrando en el dolor de sus espinas.
No me importan torturas del pasado

porque no puedo más con esta guerra,
que aunque te siga amando, ya adivinas
que fue el amarte tanto mi pecado.

Eternidades

Desde el banco del parque
veo pasar la vida,
y cuento las palomas
que me salpican con sus alas.
Los niños juegan, y de vez en cuando
me sacan la lengua,
otras veces me tiran arena.
Las madres ni se enteran.
están muy ocupadas en charlar
con las amigas de algún famosillo,
mientras esperan a sus maridos.
Yo los miro con mis ojos de piedra
si no me los tapa algún grafitero.
Altivo y orgulloso, en mí, el tiempo descansa
inmune a los vientos, a la lluvia.
Siempre leyendo el mismo libro
y esperando algún empleado del ayuntamiento
para que limpie mis pies.
Donde las mocitas se hacen fotos,
y los novios se suben para ser el más gracioso.
Un día y otro día desafiando a la noche
y al desconsuelo de los años.
Pobres mortales, con sus penas y alegrías,
con sus llantos y risas.
Yo sobre este pedestal de piedra,
veo a las nubes con sus mil formas.
……Me llaman estatua……

Balada negra

Es posible que no te acuerdes de mí
Yo soy el que escribe tu nombre en las estrellas,
Mientras tú caminas de la mano con otro por el viejo Madrid,

Recuerda... el que sigue tus pasos por las tabernas.
El que canta baladas por tu amor,
y ahoga sus penas en un vaso de vino
en bodegas oliendo a fracaso y alcohol.

Soy el que canta a la luna,
está balada que arrastro,
por las esquinas de mi ciudad,

Me tomo otro vaso de vino
que amarga como la hiel…
Y repito tu nombre,
pero solo me sale Soledad, y Olvido

Le pregunto a mi compañero de mesa,
que si sabe lo que es amar.
Y me mira con ojos cansados,
me enseña un vaso de cerveza,
dice este ahora es mi amor
Cojo mi vieja guitarra y canto esta canción

Desgarros de mi Guitarra

El paso del tiempo

Cansado de vagar por los caminos,
Hoy descanso en esta piedra,
En medio de las planicies de la vieja Castilla.
El pueblo a veinte kilómetros de mí,
Con sus gentes tranquilas serenas.
cada vida una historia,
cada historia una vida de llanto y alegrías
Un recuerdo de cada momento vivido Como si fuera el mismo
Una pena fugaz en el alma.

Un alma que se rompió por su pena.
Los viejos con su triste mirada,
con la vista perdida en el horizonte,
un horizonte sin poca esperanza una
esperanza sin horizonte.
Esperando pacientemente el transcurso del tiempo.
Tiempo que ya no les importa.
JULY.

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El Ultimo Llanto

De pronto me desperté
en el último llanto…
Cuando la tormenta
arreciaba en la profunda noche,
quedando mudo, ciego y sordo,
entre las paredes negras
de la ignorancia.

Mientras miles de buitres
planeaban,
cómo malos augurios,
mensajeros de una
oscura noche.

Reventando las luces del alba.
Yaciendo los hijos del pueblo
en las cloacas.

Enterrando la balanza
de la justicia.
Mientras gallos negros
cantaban la no-madrugada,

La poesía se desangraba….

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BOCETO DE UN POEMA

“¿Quién eres tú, sombra informe,
sombra sin nombre?
¿Que me abrazas en la noche y
mi cuerpo responde?”
(MAITE 1993)


Te invento cada noche…
pinto pinceladas de amor en tu sonrisa.
Ternura en tu mirada….
Pinto cuadros, que deshace el amanecer
con las lágrimas del alba.
Cuando llega el día y te levantas,
busco las huellas de la noche pasada,
pero era humo de un corazón enamorado.
Me miras y no hayo lo que busco
en tu mirada…..
Me hablas, y tus palabras no son el dulce
sonido que me abraza en la madrugada.
No me respondas.
Pronto llegará la noche
para volverte a inventar.

COPYRIGHT

De Piedra Tallada

Rompí el molde de la poesía
y como un antiguo orfebre
fui grabando palabra a palabra en la piedra,
hasta que mis manos sangraron
y se encallecieron de lianas.
Dibuje figuras de cristal
en los cantos tallados de agua.
Después coroné la cima del viento
haciendo surcos en mis canas.
Pasando por los años recubiertos en
las mellas del alma.
Atando mi corazón,
para que del pecho no se escapara
con la visión puesta en mi montaña,
pero fué en vano, la vida me llevó
fuera del volcán de mis entrañas
y me posó en lo que ahora soy,
perdiéndome en este cuerpo,
en estas manos que tiemblan ya cansadas
de seguir convirtiendo en poemas a los ríos
y montañas, de acariciar los pueblos,
de lanzar a sus gentes alabanzas.
Ahora me refugio en mí y en el cincel
al que golpeo con saña.

COPYRIGHT

Dias negros

Arrugo el papel….. que os puedo contar?
Quizá que la luna sobre el mar es roja,
o que los días pasan sin memoria,
si este poeta ya cansado está
de clamar en el desierto.
Si elevé el alma a los cielos,
y los hombres me la arrastraron hasta el último infierno.
Hoy no puedo contar nada,
mi pluma se rompió, de tanto rasgar el corazón de los árboles,
de contar historias debajo de los puentes,
o escribir canciones que nadie las escucha.
Si mi mente se partió en el último camino
y mi voz se perdió en la penumbra de una noche de llanto.
Quise imitar al águila, y lo único que conseguí
fue perderme en las rocas.
O que las noches de verano las olas se refugiaban
en los acantilados y se hacían cachitos entre sus piedras.
Hoy sólo puedo deciros que después de que sembré los caminos
de poemas, se me ha muerto la semilla

COPYRIGT…

A fuego Lento

Como a las rosas perdidas en el desierto
A fuego lento

Como a las palabras no dichas al momento.
A fuego lento

Como miradas escondidas en el tiempo olvidado
Juntos el uno al lado del otro cogidos de la mano
A fuego lento

Como el camino entre los bosques de pinos
Como la marca de mis pisadas en la senda
Persiguiendo las huellas de tus andalias
A fuego lento

Como a las flores que las lleva el viento
Como a las raíces arropa la tierra
Como la tierra recoge el sol para ellas
A fuego lento

Como el mar acuna a las olas
Dejando que acaricien la fina arena de la playa

Como el rayo que precede a la tormenta
A fuego lento

A fuego lento me quema tu Amor
Como mi Amor te quema a fuego lento

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Duermen bajo las aguas

Palabras de amor reposan bajo tu almohada
La esencia de la noche con su suave manto acaricia
Tu espalda

Yo de pie junto a la ventana velaré tu sueño hasta
El alba

Hoy como todas las noches y las noches pasadas,
Estaré contigo hasta el nacimiento de la mañana.

Y Ahora tengo que marcharme, la tierra me reclama.
Viene a por mí el viento para llevarme a la montaña;

Desde donde bajaré a los mares en forma de agua.
Me llevaré tu recuerdo conmigo y acunaré tú
nombre entre las olas del Mar.

Tu rostro bajará conmigo a las profundidades
marinas

Allí, junto a los barcos hundidos, reposaremos
en la noche eterna con la luz brillante de los
Corales.

Dormiremos el uno junto al otro bajo las
aguas del Mar.

No tengas miedo a la noche, mira hacia la ventana,
y entre cristal y cristal,
Verás mi rostro cantándote, entre ola y ola,
la nana de la Mar

No llores mi amor, no llores, que aquí
soy agua en libertad.

Duermen bajo las aguas poetas de amor y
viento hechos el uno para el otro, para la tierra
y el Mar.

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Dias inciertos

En estos días inciertos,
En que todo acaba y empieza.
En donde el horror despunta
Con la belleza,
Y toda la felicidad duerme
Donde los sueños comienzan.

Quizás sea todo, la antesala
De lo que de verdad
Nos espera,
O el lugar donde encontrar
Significado a todas las noches
De tristeza.

O la panacea de una vida pasajera;
Aunque nada responde a las muertes
Sin nobleza,
Ni las miles de visiones
Que duermen en mi cabeza,

De guerra, muerte y gente sumida
En el hambre y la pobreza.

Así, que sólo nos queda,
Vivir y disfrutar de la belleza,
Que aun escondida,
En este mundo,
Hay que buscarla con sutileza.

Recordemos que el mundo,
Aunque cruel,
Es tan perenne como la hierba.

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Inicio de un Poema

Esta tarde triste y solitaria, donde la oscuridad
cubre la gran ciudad,
y las noches se convierten en lamentos
de amores olvidados y llantos de guitarra.
Despliegan sus alas las gaviotas
buscando nuevos mares y buenas tierras…
cansadas de ver las farolas de las playas de asfalto,
donde se arrinconan, los cadáveres de barcos hundidos,
esperando el descanso de las olas.
Que tropiezan con los ladrillos de los edificios,
convirtiendo los mares en fantasmas
del deseo de ser o no ser.
Lo que fuimos y para qué nacimos.
Después de esta vida que se muere poco a poco.

Despertando el recuerdo
de caminos perdidos por el viento,
y luces apagadas de pueblos
marchitos por la soledad de sus piedras,
donde los puentes recuerdan el paso del agua,
mezclándose con las riberas de los ríos.
Acariciando con susurros de poesía
a las ramas extendidas por sus cauces,
llevando siempre el mismo canto,
pero con distinta agua.

Donde el poeta se mezcló con los reflejos
de una poesía arrinconada en el sendero del
olvido y del tiempo no vivido
en una noche negra sin Luna y sin Estrellas.

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